Algunos consejos sobre la alimentación
Para progresar en la práctica del YOGA debemos ir gradualmente cambiando
nuestra alimentación optando siempre por lo natural. Por supuesto que también
deben practicarse los principios ético/morales (Yamas) , principalmente el ahimsa
(no violencia), ya que solamente con seguir una dieta vegetariana no se logrará un
espíritu sereno.
Recuerde siempre que uno es lo que se alimenta y vivimos de lo que nos nutre. Una dieta crudívora
es indispensable ya que los vegetales crudos nutren y son energéticos,
aumentando las defensas orgánicas (ensaladas de todo tipo).
Para alimentos que requieran cocción, recurrir al vapor,
horneado o cocción sobre difusor.
Consumir frutas (y jugos de frutas) de estación, ricas en
vitaminas, minerales, nutrientes y fibras.
Consumir cereales enteros (arroz, trigo, avena, maíz,
centeno) ya que son alimentos completos, que aportan energía y fibra.
Consumir frutas secas y semillas oleaginosas: almendras,
nueces, avellanas, aceitunas, paltas, semillas de girasol, sésamo, lino,
calabaza, mijo, quinoa: proveen proteínas y grasas de alta calidad, además de
calcio y minerales. Contienen fructosa (azúcar concentrada,muy energizante)
Aderezar ensaladas y platos con aceite de olive virgen de
primera presión en frío : tiene gran poder alimenticio y curativo, ya que actúa
como fluidificante de la sangre
Reducir o eliminar el consumo de grasas cocidas y saturadas,
ya que dificultan la digestión, sobrecargan al hígado y causan
arterioesclerosis y problemas cardíacos.
Sazonar con hierbas: romero, orégano, laurel, jengibre,
albahaca, salvia, tomillo, etc. Reemplazar sal refinada por sal marica (rica en
minerales) en poca cantidad.
Preferir el yogur a la leche, y los lácteos descremados (con
moderación). Si no se consumen lácteos, reforzar el calcio con almendras,
sésamo, algas y soja.
Preferir la clara al huevo entero (no exceder de 3 unidades
por semana)
Incorporar alimentos no convencionales: levadura de cerveza,
germen de trigo, polen de flores, algas marinas, etc
Un consejo: “beber los sólidos y masticar los líquidos”. La
digestión comienza con la correcta masticación y salivación de la boca, y de
esta manera no se sobrecarga al estómago.
Elaborar comidas variadas que contengan de manera
equilibrada hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas y oligoelementos,
sales minerales y fibras.
Incorporar a la dieta legumbres moderadamente: garbanzos,
lentejas, porotos, habas, soja, porque son fuentes de proteínas.
Beber poca agua durante las comidas, pero el resto del día
consumir hasta 2 litros (preferiblemente a temperatura ambiente). Un vaso antes
de dormir y uno al levantarse ayudan a la limpieza de los riñones.
Con conviene congelar alimentos, ni el uso de microondas, ni
alimentos envasados o embutidos, ni que contengan aditivos, ni refinados (roban
calcio)
Reemplazar azúcar blanco por miel (poca cantidad), harina
blanca por harina integral, arroz blanco por arroz integral (yamani o
variantes)
Las comidas más importantes son el desayuno y el almuerzo.
Se debe “desayunar como un rey y cenar como un mendigo”.
Por lo demás, comer de todo y con plena conciencia: el acto de preparar los alimentos
ya es un acto de amor. Estamos adquiriendo fuerzas para actuar en el mundo con
su profesión o la acción que nos toca a cada uno realizar, mediante el servicio a los demás y de esta
manera en ofrenda a Dios.
Nutrientes esenciales:
1.
Hidratos de carbono : para la producción
de energía y calor. Ej: azúcares, almidones (cereales, pastas, pan, legumbres,
hortalizas), féculas (papas, batatas, mandiocas, castañas, bananas, etc)
2.
Proteínas : construyen y mantienen los tejidos orgánicos y producen
energía rápidamente. Ej: leche y derivados, huevos, legumbre, cereales, frutas
oleaginosas, hortalizas, verduras, etc.
3.
Lídidos: Reservan energía y protegen
naturalmente órganos vitales, con funciones metabólicas. Pueden ser saturadas
(grasas animales, leche entera, crema, margarina o manteca) que tienen difícil
digestión, o insaturadas (aceites vegetales)
4.
Fibras: eliminan toxinas y residuos de la
digestión. Están en los tallos, piel de verduras, pulpas, cáscaras de granos.
Ej: cereales integrales (arroz, harina integral, salvado) legumbres (arvejas,
porotos, lentejas), hortalizas (espinaca, brócoli, repollo, tomate, batata) y
frutas (manzana, pera, naranja, ananá, banana, etc)
5.
Agua : nutriente natural. Se la encuentra
en frutas, leche, verduras, etc.
6.
Sales Minerales y oligoelementos:
intervienen en la formación de líquidos del organismo (sangre, saliva , orina),
también en huesos, dientes, cartílagos, células, nervios, la actividad
enzimática y hormonal.
Son:
Calcio:
leche y derivados, pan integral, yema de huevo, pera , manzana, naranja, limón,
uva, durazno, berro, almendras, levadura de cerveza, lechuga, apio, papa,
espinaca, cebolla, acelga, perejil, etc.
Fósforo:
germen de trigo, espinaca, nueces, leche, apio, tomate, almendras, cereales
integrales, avena, cebada, legumbres, ajo, cebolla, etc
Magnesio:
germen de trigo, almendras, nueces, castañas, avellanas, cereales integrales,
levadura de cerveza, legumbres, frutas secas, espinaca, banana, papa, lechuga,
remolacha, zanahoria, leche y derivados, huevos, sal marina , pera, naranja,
etc.
Sodio
y potasio: regulan el equilibrio y renovación de los líquidos. El Potasio
tiene efectos sobre funciones diuréticas, y sobre la actividad muscular
(incluyendo la cardíaca)
Sodio
está presente en: leche y derivados, huevos, remolacha, espinaca, apio,
alcaucil, coliflor, repollo, brócoli, arvejas, pan integral, zanahorias,
puerro, frutas secas y oleaginosas, levadura de cerveza, etc.
Potasio:
leche y derivados, huevos, frutas frescas, secas y oleaginosas, perejil, papa,
cereales integrales, palta, legumbres, zanahoria y apio.
Hierro
y cobre: son fundamentales en la formación de la sangre, para formar la
hemoglobina (en los glóbulos rojos) que llevan el oxígeno y eliminan el
anhídrido carbónico. Su carencia lleva a la anemia.
Hierro:
lentejas y legumbres, espinacas, acelga, papa, lechuga, berro, brócoli,
espárragos, perejil, germen de trigo, algas marinas, cereales integrales,
manzana, pera, higos, uva, banana, ananá, coliflor, remolacha, zanahoria, soja,
trigo y avena.
Yodo:
es componente de la tiroxina, hormona que produce la glándula tiroide: regula
la producción de energía, activa las funciones mentales y el sistema nervioso
Exceso
de tiroxina: lleva al nerviosismo, la irritabilidad, delgadez
Ausencia
de tiroxina: lleva a la apatía, al desánimo, obesidad.
Fuentes
de Yodo: algas marinas, ajo, cebolla, rábano, limón, leche y derivados,
huevos, zanahorias, espinaca, espárragos, tomate, lechuga, papa, berro,
manzana, pera, uva, sal marina y arroz integral
7.
Vitaminas: A; D; E; K; C; B1, B2, B3
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